Fuente: La Mañana
Con la consigna de mantener la defensa de la producción nacional, considerando al sector agrícola y ganadero como pilar fundamental de la economía, el senador Guido Manini Ríos, en su condición de candidato a la Presidencia, se presentó en la Confederación de Cámaras Empresariales y diferentes Expo en distintos departamentos del país. Desde su propuesta, se destaca promover bajas impositivas y limitar los latifundios como forma de evitar el despoblamiento del medio rural, lo que entre otros temas analizó en la entrevista concedida a La Mañana.
¿Cuál es la evaluación de esta nueva Expo Prado?
Como todas las Expo, es una demostración de lo que el agro uruguayo muestra a todo el pueblo, a veces con orgullo, a veces con ánimo de difusión, qué es lo que se está haciendo. El principal generador de riqueza, sin lugar a duda, es el mundo agropecuario. Nosotros acompañamos cada año este tipo de exposiciones, incluso nos toca participar como candidatos a la Presidencia en la Asociación Rural Uruguay, y ya lo hemos hecho en la Confederación de Cámaras Empresariales. Acompañamos, visitamos, recorremos, admiramos el producto de tanto esfuerzo de tanta gente, desde animales hasta insumos, maquinaria, etcétera. Yo creo que es una muestra del nervio motor de buena parte de la economía nacional, y merece que todos nosotros le prestemos la atención adecuada.
En referencia a la propuesta de repoblar el campo en función de las iniciativas de UTU, que presentó animales en la Expo, ¿lo ven como positivo?
Nuestro programa de gobierno lo hemos dividido en tres grandes capítulos. Uno de ellos se llama “Apoyo al trabajo nacional y a la producción”. Es decir, que hemos puesto especial énfasis estos años en ese tema. Hemos dicho desde el primer día, desde que empezamos en el escenario político, que una de las grandes tragedias de nuestro país es el vaciamiento del interior. Es ese éxodo permanente que se está dando del interior hacia las ciudades, que en definitiva genera lo que estamos viendo. El último censo arrojó que solo el 4% de los uruguayos vive en ese interior, que es, en definitiva, repito, es el que genera la mayor parte de la riqueza del Uruguay. Todo lo que se haga para mantener a la gente afincada en el interior, es poco, y hay que apoyarlo. Nosotros hemos hecho proyectos, como aquel de la forestación que evitaba que las mejores tierras del país, tierras agrícolas, terminen siendo montes de eucalipto. Iban en la dirección de no expulsar gente que hoy vive en predios chicos, que vive de un cultivo o de un tambo, porque la forestación puede pagar más y en definitiva alejarlos afuera. Porque, como sabemos, terminan en los cinturones de las ciudades, sus hijos y sus nietos ya no volverán nunca al campo, se va perdiendo esa cultura y aparte generando problemas sociales porque muchas veces tienen falta de oportunidades en la ciudad.
¿Los apoyos a las empresas forestales debilitaron a las empresas agrícolas?
Yo prefiero no criticar los apoyos, porque hay una situación de clara diferencia, yo diría de hasta injusticia, entre los distintos sectores. Las exoneraciones y todos los beneficios que se le brinda a un sector como es el forestal, que se le compra la energía excedente, se le concede el régimen de zonas francas, se le garantizan determinadas situaciones y se le hace la infraestructura que necesita para transportar su producto, ¿por qué todo eso a un sector y otros sectores no se les da el mismo tratamiento? Hay sectores que pueden generar muchos más puestos de trabajo y sobre todo mucho más afincamiento de la gente en la tierra. El sector lechero es un ejemplo claro, donde con la cuarta parte de lo que se derogó para que UPM se instalara, se podría haber generado un aumento exponencial de la producción y de productores.
El crecimiento de la producción forestal, ¿ha impactado en la baja en la producción de ganado?
Vamos a entendernos, a la riqueza que pueda generar el sector forestal le damos la bienvenida. Lo que nosotros decimos es que tiene que estar en las zonas que son de aptitud forestal, las zonas que no son aptas para producciones agrícolas, para otro tipo de emprendimiento mucho más importante para el país, por lo que significa social y estratégicamente. El Uruguay va a ser importante siempre en estos temas, en la medida en que sea un abastecedor de alimentos en un mundo que los necesita cada vez más. El mundo va a requerir cada vez más alimentos y no celulosa. Entonces, pienso que hay que rever lo que se ha hecho con la ley forestal nuestra que fue vetada. Vamos a tener que presentarla nuevamente en la próxima legislatura y ponerle un freno, para que no se planten las mejores tierras del país. Se estima que hay cuatro millones de hectáreas, una de ellas ya está plantada, tres millones más de hectáreas para plantar en zonas que no son agrícolas, zonas que, en definitiva, la forestación es un buen rubro para generar productividad a esos predios.
El otro día venía en avión desde Salto a Montevideo, y desde el aire saqué una foto sobre Paysandú y sobre Río Negro, tremendas manchas, prácticamente todo se veía desde arriba forestado donde hasta hace unos había cultivos. Incluso los pocos pedacitos no forestados se los ve con cultivos, o sea que todo lo que hoy es monte podría ser un cultivo de trigo, de cebada o de lo que sea que se plante en esa zona. Y eso afinca mucho más a la gente, genera mucho más dinámica que la que puede generar un bosque de eucaliptos creciendo, que requiere una cuadrilla de trabajadores, pero no es lo mismo que la dinámica que genera un cultivo o un tambo. Acá el gran argumento para el veto de la ley forestal fue la libertad ilimitada que debe tener el propietario en la defensa de la propiedad privada. Eso es lo que se dijo. Que no se le puede impedir a un dueño de un predio hacer lo que quiera. Nosotros decimos que eso no es así, ya hoy hay limitaciones. Si yo quiero en un predio plantar soja diez años de corrido, no puedo, tengo una limitación, tengo la obligación de hacer una rotación. Lo mismo si quiero hacer un edificio de diez pisos en determinado barrio. Hay limitaciones a la propiedad privada en aras del bien común.
¿Los productores con los que ha dialogado hacen planteos al respecto?
Sí, en estos últimos días estuvimos en Young, en Paysandú, en Minas, y en los cara a cara que hacemos siempre hay alguna consulta, gente que se arrima y escucha atentamente. Es importante que se instale el debate sobre temas que realmente le importan a la gente, no temas de farándula, de discusiones laterales, si uno dijo o no dijo, si gritó o no gritó, si puso en el tweet o no puso. Yo creo que nos estamos yendo en cosas muy menores, en las discusiones se están pasando los días, se viene la elección y la gente sigue sin saber cuál es la propuesta concreta de cada candidato en materia de apoyo a la producción nacional.
Nosotros hemos dicho claramente, aquí es hora de cambiar el modelo de país. Este país, con este modelo, viene creciendo al 2% anual desde hace 70 años en promedio, cuando el mundo ha crecido al doble. Por lo tanto, estamos cada vez más rezagados en el mundo. Tenemos que hacer de una vez por todas un cambio de modelo para poder enfrentar esta situación, y nosotros decimos que el cambio de modelo significa el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, significa el apoyo al trabajo nacional. En el hecho de que cuando viene alguien de afuera tenemos que hacerle mil concesiones, porque si no, no viene, estamos reconociendo que las condiciones internas no son buenas, porque si no vendrían igual. Lo que está aquí adentro, tiene condiciones que no son las necesarias, entonces hay que cambiar el modelo de una vez por todas. Estamos convencidos de que se necesita un gran acuerdo nacional para ese cambio de modelo, que flexibilice relaciones laborales, que genere las condiciones para que entre todos pongamos un techo firme al gasto del Estado, y que si hay que incursionar en nuevos gastos, porque siempre surgen nuevas políticas, que sea a cambio de reducir en otras áreas. El Estado tiene duplicaciones por todos lados, tenemos que empezar a sacar de un lado para potenciar otras políticas, pero siempre con un tope máximo de gasto del Estado, porque creo que ameritan un consenso, sino siempre va a haber medio país trancando al otro medio, o una conflictividad que nos genera pérdidas tremendas. Son propuestas que ameritan un consenso, y por eso siempre hablamos del Consejo de Economía.
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